lunes, enero 19

W decide que tomará un jugo de naranjas exprimido e intenta comunicárselo al camarero quien, tras haber demostrado su gran habilidad para eludir los pedidos de los clientes (lo que resulta admirable si se tiene en cuenta que W es en este momento la única clienta en el café), no pudo evitar ver las señas que W le hacía sin gracia alguna, por cierto, pero con gran vehemencia gestual. De modo que el camarero no ha tenido más remedio que acercarse a la mesa que W ocupa con su habitual falta de elegancia, para preguntarle qué es lo que la señora desea beber. Un jugo de naranjas exprimido, indica la señora a lo que el camarero responde: Imposible. ¿Por qué, no tienen naranjas? Sí, naranjas tenemos. ¿Y entonces? Se rompió el exprimidor. Ah, comprendo; pero bueno, imagino que tendrán algún exprimidor mecánico. ¿Mecánico? Sí, no eléctrico, quiero decir, manual. Ah sí, exprimidor manual tenemos. ¿Entonces? Es que ese es el que se averió. ¿Y por qué no usan el eléctrico? Porque eléctrico no tenemos. Qué barbaridad. Sí, el exprimidor se rompió hace tres semanas y aún no lo han arreglado. Oh. Es una verdadera catástrofe. Y el camarero le refiere, en detallada crónica, cómo ejércitos de naranjas que aguardan su destino de cítrico estrujado se han estado pudriendo en los confines de las heladeras durante todo este tiempo. ¿Pero cómo pueden echarse a perder si permanecen en la heladera? Es que las heladeras tampoco funcionan. Y por qué no hacen algo al respecto. Porque estamos muy ocupados. ¿Ocupados? ¡si en este lugar no hay nadie! Cómo que no, y usted qué es.
Soy la única clienta, y apostaría que he sido la única en horas. Su suposición es correcta, usted es la única, y sin duda alguna nos tiene muy ocupados. Pero si hace como media hora que le estoy haciendo señas y nada. Y eso qué tiene que ver, que Ud haga señas no quiere decir que no estemos ocupados: piénselo lógicamente, una cosa no implica la otra. Por supuesto que no. Vio cómo tengo razón. Bueno, ¿y el jugo? Le dije que era imposible. Es verdad, entonces tráigame un café, si es tan amable. Amable soy, aunque lamento comunicarle que eso también es imposible. ¿Se les rompió la máquina? No. ¿Entonces? No tenemos café. Bueno, prepáreme un té. Creo que lo mejor va a ser que vaya al bar de enfrente. ¿Por qué? Porque es el cambio de turno. ¿Cambio de turno? Si, soy el único camarero aquí, pero como me pagan muy poco, a la salida trabajo algunas horas más en el bar de enfrente. Casualmente mi turno acaba de terminar, pero si desea puede venir conmigo y la atenderé ahí mismo. ¿Y ahí tienen exprimidor? Sí, lo que no tenemos es naranjas, aunque sí hay café. ¡Genial! supongo que funcionará la máquina. Ah no, la máquina de café no funciona.

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