miércoles, octubre 22

Tuntururún, tun-tun-tun-tun-tun tun-tururún.
Turururún, turururún, turururúuuuuuuuuuuun.


(O en su defecto, sonido de trompetas, trompas y trombones)

Yo, la Dra Aslán, recién enterrada he vuelto momentáneamente a cumplir una misión de divulgación cultural, artística y/o filosófica.

Hoy tengo el honor de promocionar en calidad de auspiciante y sponsor oficial a esta nueva promesa de la narrativa contemporánea: El club de la ducha o "Esto es una lucha: cada vez que me baño se tapa el caño".

Si usted tiene ese problema, rápido diríjase al Club donde lo estarán esperando sus rutilantes anfitriones Aldito & Luc. Ahí le van a sacar el barro, la telaraña y cualquier otra cosa que pueda estar molestándole.

Recuérdelo: si su vida es una calamidad visite El club de la ducha. Y después no digan que no avisé. Eh? Yo como estoy muerta, no puedo decir que mi vida sea una calamidad. Pero igual voy al club porque acá en el Hades, contra lo que todos suponen, no hay agua caliente.

*****El club de la ducha*****

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