jueves, octubre 16

De cómo un taxista logra en un descuido lo que nadie ha logrado jamás

La cosa es así, mentendés, el pibe ya es miyonario. Un fenómeno te digo. Fue el único que puso huevo y la hizo bárbaro, salvó al equipo. No, no ganaron, tres a tres salieron. Sí, contra Banfil empataron. Mirá, primero van uno a cero gana Boca gol del Tévez, una máquina; después en el segundo tiempo empata Banfil uno a uno y al rato viene el pibe Tévez otra vez y la clava en el ángulo; Banfil le hace el dos a dos y ahí al toque le mete el tercero a Boca y ahí te quiero ver. El ténico estaba que volaba, estaba, casi se le caen las chapas de la calentura. A la final hizo un gol el otro pibe que no me acuerdo el nombre y le empatan a Banfil tres a tres. Pero Tévez fue el único que jugó de verdá. Un fenómeno el pibe te digo. Diecinueve años tiene, una criatura. Y ya es miyonario. Pero sí, te digo que es miyonario: el año que viene seguro que lo llaman de uno de estos equipos de Europa, el Chelsi o la Yuve, alguno de estos y mínimo veinte palos verdes el pase. Mínimo, mínimo, mentendés. Se salva el pibe y toda la familia. Ahora eso sí, ojalá que le vaya bien, no vaya ser que le pase como al Diego, pobre, porque entran a cazar guita a cuatro manos y ahí nomás empiezan con la falopa, las minas, el chupi y se cagan la vida. Una lástima, mentendés.

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