jueves, agosto 21

El arte de la interpretación

Continuando con la ardua tarea de traducir la integridad de los sonetos de Shakespeare, nos proponemos aquí forjar un procedimiento que extraiga la esencia misma del poema en cuestión. En este caso, hemos optado por el método de minimización de recursos poéticos y, por qué no, económicos: esta nueva forma de traducción ahorrará no solo palabras, sino que también tinta y plumas (las avestruces sabrán apreciar nuestra diligencia).

Más abajo se presenta el soneto número 44, seguido de cerca por el resultado de nuestros esfuerzos traductorezcos.

Sonnet XLIV

IF the dull substance of my flesh were thought
Injurious distance should not stop my way;
For then, despite of space, I would be brought,
From limits far remote, where thou dost stay.
No matter then although my foot did stand
Upon the furthest earth remov’d from thee;
For nimble thought can jump both sea and land,
As soon as think the place where he would be.
But, ah! thought kills me that I am not thought,
To leap large lengths of miles when thou art gone,
But that, so much of earth and water wrought,
I must attend time’s leisure with my moan;
Receiving nought by elements so slow
But heavy tears, badges of either’s woe.



"Soneto de la lejanía" o "Qué mal que no podemos darle a la matraca"

Te re-extraño* pero no importa porque te pienso
(el pensamiento vuela**)
y ya estoy con vos.
Si vos no pensás en mí,
me dan ganas de llorar.

* Se utiliza la partícula re con el doble propósito expresivo de intensificar el sentimiento y por economicidad de texto. Por otra parte, si bien en ningún verso el autor explicita que extraña al objeto de sus pensamientos, nos ha parecido mejor traducirlo así, dejando implícita la idea de distancia. O sea, una cosa no quita la otra y la otra no quita la una.

** Tomado en forma literal, Shakespeare hace saltar al pensamiento. Aquí hemos preferido utilizar el verbo volar por considerarlo estilísticamente superior.

0 Comments:

Publicar un comentario

<< Home