jueves, junio 12

Disquisiciones inútiles acerca de cuál debería ser el nombre de alguien que existiera

Bueno, sucede que tengo a esta mujer sin nombre a quien podría llamar Frau Bloomenkrantz, si le quiero dar un toque judío.
Pero tal vez no sea lo mejor. Tal vez prefiera llamarla Berenike Kowalska, o Katerina Brodzianka, o Nancy Anka. Eso si decido que sea de ascendencia polaca.
Porque si finalmente la mina resulta ser germana, le puedo poner, Hesse, Mann, Grass, que son todos apellidos de escritores, pero apellidos al fin. Por supuesto que no podría llamarla Herman, Thomas y mucho menos Günter.
O mejor me consigo una guía de teléfonos alemana y listo el pollo.

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